El estrés de la vida contemporánea es el desencadenante de graves problemas de salud mental como trastornos de ansiedad y depresivos. Consecuentemente, debido al mecanismo de defensa inconsciente mediante el cual una persona sin proponérselo, convierte el malestar emocional en un síntoma físico,se generan trastornos somáticos que se traducen en dolores corporales o enfermedades.
Evidentemente, el grado de estrés determina nuestra calidad de vida. Pero qué podemos hacer frente a este enemigo que nos acecha por todos lados. Las pastillas, el licor, las drogas e incluso pasar horas frente al celular viendo videos en redes sociales suelen ser la solución inmediata; sentimos o -mejor dicho- creemos sentir alivio o "paz", aunque su duración es muy corta.
Cuando recurrimos a estas alternativas, la dopamina - el neurotransmisor del Sistema Nervioso Central (SNC) que participa - entre otros aspectos - en los mecanismos de recompensa que conllevan a repetir continuamente conductas placenteras, podría consolidar comportamientos adictivos.
Perdona, sé que me he alargado un poco en esta introducción, pero es necesario explicar porqué estas opciones no son las mejores a la hora de "desestresarse", pues más temprano que tarde ese estrés mal gestionado podría conducirte a situación potencialmente peligrosa para tu vida. En este punto ya me estarás diciendo, "¡sí, sí, pero dame la solución y no el problema!".
Pues bueno, aquí te traigo la solución a los problemas de estrés; se trata nada más y nada menos que del DEPORTE. Como bien he titulado a este artículo, la actividad física es un tributo al corazón y la mente; esto se debe a que cuando hacemos deporte, entramos a un círculo virtuoso, en donde una gran cantidad de hormonas y neurotransmisores responsables de procesos metabólicos y emocionales se conjugan para generar una enorme sensación de bienestar. En esta ocasión me referiré a los neurotransmisores de la felicidad: dopamina, serotonina y endorfina.
La dopamina
Aunque cumple varias funciones en el cuerpo y se relaciona con patrones adictivos; también se relaciona positivamente con la motivación y recompensa. Por eso, cuando hacemos una actividad que nos agrada o que nos genera satisfacción, segregamos dopamina. Esta es la responsable de que repitas una y otra vez una canción o de que sientas felicidad por tiempo prolongado cuando terminas tu sesión de ejercicio.
Serotonina
Este es un neurotransmisor vital para el desempeño funciones fisiológicas que coadyuvan a supervivencia, entre ellas, la estimulación del ánimo. Como ya lo he dicho, el ejercicio al darte una sensación placentera, promoverá la producción de la serotonina. Si bien esta se produce naturalmente en nuestro organismo; es muy válido que nosotros mismo le demos una ayudita.
Endorfina
La endorfina funciona como un analgésico natural; este se libera cuando hacemos grandes esfuerzos para elevar el umbral del dolor y así retrasar la aparición del cansancio y la fatiga; por ello, no es casualidad el hecho de que cuando hacemos actividad física desaparecen algunos dolores como por arte de magia.
En conclusión. Cuando levantamos pesas (anaeróbico) o corremos (aeróbico) alcanzamos esa bella sensación de logro, bienestar y gratificación. Consecuentemente, este estímulo reduce de forma significativa el estrés y al tiempo mejora tu salud, verás cambios en tu aspecto físico que elevarán tu autoestima.
Si no eres fan de ir al gimnasio o de correr por largos periodos, te recomiendo que, sin importar la edad que tengas, busques alguna actividad que se ajuste a tus gustos: caminar, hacer yoga, bailar, patinar o cualquier tarea que te saque de tu zona de confort y que agite un poquito tu corazón. Vas a ver cómo los pensamientos negativos van disminuyendo o, a su vez, los gestionas de mejor manera.
Bailaré entonces 💃
YBBBB